En una tarde muy calurosa, Argentino Peñarol se quedó con el clásico frente a Las Palmas gracias a un surrealista gol de Agustín Fazio en tiempo de descuento y así aseguró la permanencia en la categoría.
Domingo. cuatro de la tarde. La gente de Peñarol comenzaba a llegar al estadio unos minutos antes del cotejo, apenas los primeros hinchas se hacían presentes en la tribuna, un gritó salió desde la parcialidad local y sonó en el silencio absoluto diciendo -Te vas a jugar con Huracán, muerto. Cuando llegaron las trompetas, la primer melodía que se escuchó fue la marcha fúnebre.
Es que el panorama era así de negativo para Peñarol que en caso de no ganar iba a tener que definir en la última fecha contra Alumni. Los de Las Palmas tenían la chance de condenar a su rival y ese era el deseo motivador.
La verdad, el partido fue muy discreto, aburrido y por momentos gracias al calor llegó a hacerse insoportable. Ocasiones hubo muy pocas y la pelota sufría cada vez que era pateada para arriba sin miramientos y con ningún tipo de ternura.
En el ST, hubo un gol bien anulado a los de Arguello, tras un gran centro de Sayago, le quedó a Francucci que remato, tapó Chiatti y la pelota estaba a centímetros de pasar la linea cuando Delgado metió la cabeza para terminar de empujarla y el juez de linea no dudo en levantar la bandera.
Marcos Romera expulsó a Cavallo y a dos personas más del cuerpo técnico de Las Palmas. El partido ya estaba caldeado, como todo clásico, y los golpes y peleas entre jugadores rivales eran constantes.Entonces salé un violento pelotazo, que lo termina bajando uno de los que ingresó en el ST, Agustin Fazio la durmió en su pecho, la corrió hacia su derecha y se dio vuelta al igual que un tigre cuando lanza el arañazo a su presa, le pego de volea y la pelota hizo un viaje extraordinario hacía el angulo derecho de Chiatti que lo único que podía hacer era mirar.
Se desató la locura en el viejo camino La Calera, salieron disparados del banco los suplentes, los hermanos Graieb y el cuerpo técnico, todos festejando, los once que estaban en la cancha fueron todos a abrazarse a donde estaba la hinchada que como mártires inamovibles aguantaron el extremo calor sin ningún tipo de sombra (la única sombra, la aprovechaba la yuta)
Después del gol, Romera marcó el final. Final, ganar el clásico y salvación para el millonario de Arguello que recibirá a Alumni en una semana que será la mas relajada desde que comenzó este olvidable torneo.
La gente de Las Palmas se fue muy caliente con el arbitro, pero Romera se escudó en las fuerzas policiales, en su cara de robot y en su firmeza de monje. No hacemos más declaraciones sobre este policía con pito en la boca porque lo vamos a dejar para otra nota.
Atenas perdió la categoría, luego de perder contra Juventud Unida y el triunfo de Peñarol.
FORMACIONES
LAS PALMAS (0): Gastón Chiatti; Agustín Barrera, Facundo Orellana, Diego Di Pietro, Agustín Griguol; Gonzalo Soria, Daniel González, Nicolás Palacio; Nicolás Correa, Lucas Rimoldi; Juan Bruna. DT: Darío Cavallo.
ARGENTINO PEÑAROL (1): Matías Ochoa; Federico Delgado, Matias Francucci, Jonathan Sayago, Federico Fioramonti; Franco Gozzerino, Alejandro Luna, Renzo Grasso, Gonzalo Zárate; Ramón Tello y Fernando Orellano. DT: Rodolfo Graieb.
GOL: ST 51' Agustín Fazio (AP).
CAMBIOS
LAS PALMAS: Juan Gutierrez por Agustín Barrera, Diego Díaz por Lucas Rimoldi y Rodrigo Molina por Nicolás Palacio.
ARGENTINO PEÑAROL: Julián Navalón por Franco Gozzerino, Jonatan Corzo por Fernando Orellano y Agustín Fazio por Gonzalo Zárate.
AMONESTADO: Lucas Rimoldi (LP).
ARBITRO: Marcos Romera.
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